Por Juan Pablo Ojeda
Desde su elección como Papa en 2013, Jorge Mario Bergoglio, conocido como Francisco I, mostró una profunda pasión por el fútbol, utilizándolo como herramienta para transmitir mensajes de paz y esperanza. Hincha declarado de San Lorenzo de Almagro, club argentino fundado por un sacerdote, el Papa veía en el fútbol una escuela de vida que fomenta valores como el respeto y la solidaridad.Cadena SER+1Estadio Deportes+1
El Fútbol como Metáfora de la Vida
En su autobiografía Esperanza, Francisco I compartió su visión del fútbol:
«A menudo hacía de portero, una buena posición que le entrena a uno a encarar la realidad, a enfrentarse a los problemas; puede que no sepas de dónde viene exactamente la pelota, pero eso no importa, tienes que tratar de detenerla. Como en la vida».
Aunque se autodenominaba «pata dura», el Papa enfatizaba que jugar al fútbol es una forma de expresarse y perseguir sueños sin necesidad de ser un campeón.
San Lorenzo: Su Amor Inquebrantable
Bergoglio fue socio activo de San Lorenzo desde 2008 y celebró con entusiasmo su título de la Copa Libertadores en 2014. El club, al enterarse de su fallecimiento a los 88 años, expresó:
«Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre… Cuervo como sacerdote y Cardenal… Cuervo también como Papa».
Pelé: Su Ídolo Inquebrantable
Aunque admiraba a Lionel Messi y Diego Maradona, el Papa Francisco siempre destacó a Pelé como su futbolista favorito. En una entrevista con la RAI, expresó:
«Para mí, de los tres, el gran señor es Pelé. Un hombre de gran corazón. Lo conocí una vez en un avión cuando estaba en Buenos Aires, hablamos. Un hombre de tanta humanidad».
Legado de un Papa Futbolero
El Papa Francisco utilizó el fútbol para conectar con las personas, especialmente con los jóvenes, promoviendo valores de trabajo en equipo y respeto. Su amor por el deporte y su vinculación con San Lorenzo dejaron una huella imborrable en el mundo del fútbol y la Iglesia.
