‘Lilo & Stitch’ arrasa en taquilla, pero provoca una ola de controversia por su final

La nueva adaptación de Lilo & Stitch ha logrado lo que muchos remakes de Disney anhelan: dominar la taquilla global. Durante su primer fin de semana en cartelera, la película dirigida por Dean Fleischer Camp se posicionó como la número uno en recaudación, acumulando más de 361 millones de dólares a nivel mundial, según cifras de Box Office Mojo. México ha sido uno de los países donde el filme ha tenido mejor acogida, generando más de 27 millones de dólares desde su estreno el pasado 23 de mayo, por encima incluso de mercados como el Reino Unido, China y Brasil.

Sin embargo, este éxito económico no ha venido acompañado de un consenso entre el público. El filme ha dividido opiniones tanto por su ejecución cinematográfica como por los cambios significativos que introduce en comparación con la cinta animada original de 2002, especialmente en su desenlace. En Rotten Tomatoes, la crítica especializada ha otorgado al filme un impresionante 93% de aprobación, pero la puntuación del público es más tibia, con un 69%. En la comunidad de Letterboxd, los usuarios le han dado un promedio de 3.2 estrellas sobre 5, reflejando la división emocional que ha provocado.

El elemento que más ha incendiado el debate es el cambio del final. En la película original, Cobra Bubbles, un trabajador social, amenaza con separar a las hermanas Lilo y Nani, pero finalmente permite que permanezcan juntas gracias al vínculo familiar y el crecimiento personal que ambas demuestran. En contraste, el remake introduce un giro inesperado: Nani decide por su cuenta ceder la custodia legal de Lilo al gobierno hawaiano para poder estudiar biología marina en California. Esta decisión ha sido duramente criticada por contradecir el corazón emocional de la historia: el principio de ohana, esa palabra hawaiana que significa familia, y que implica que nadie queda atrás ni se olvida.

Para muchos seguidores de la película original, esta decisión representa una traición al mensaje central de la historia. “No es mi Lilo & Stitch”, se puede leer en varias reseñas negativas, donde se lamenta que el nuevo final diluya la fuerza del lazo familiar que tanta resonancia tuvo en su momento. Hay incluso quienes consideran que este cambio envía un mensaje peligroso sobre la separación de familias nativas hawaianas y la supuesta necesidad de abandonar las raíces para lograr metas personales.

Por otro lado, defensores del nuevo enfoque argumentan que el cambio aporta una dimensión más realista y contemporánea a la historia. Desde su punto de vista, Nani no renuncia a su familia, sino que toma una decisión difícil que equilibra sus aspiraciones personales con el bienestar de su hermana, confiando en que pueden seguir siendo familia a pesar de la distancia. El propio director Dean Fleischer Camp defendió esta visión al señalar, en declaraciones a Business Insider, que el nuevo final refleja la complejidad de la vida adulta, el sacrificio y las decisiones difíciles que a veces deben tomarse por amor.

Así, Lilo & Stitch logra algo poco común: una cinta que no deja indiferente. Si bien ha sido un éxito rotundo en términos financieros, su reinterpretación del mensaje de ohana ha provocado intensos debates entre generaciones de fans. Con esta mezcla de nostalgia, riesgo narrativo y modernización, la película se consolida como un caso emblemático de lo que ocurre cuando los clásicos se reescriben para nuevas audiencias.

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