Lluvias a la vista: se debilita la ola de calor y llega el alivio tropical a México

Después de varias semanas marcadas por temperaturas extremas que superaron los 45 °C en zonas costeras y planicies del país, México está a punto de experimentar un giro importante en las condiciones del tiempo. La intensa Ola de Calor, que dominó gran parte del territorio desde principios de mayo, comenzará a ceder entre martes y miércoles, abriendo paso a la esperada temporada de lluvias, que este año llega con frescura y una inestabilidad atmosférica significativa.

El cambio será posible gracias al debilitamiento del Anticiclón que había mantenido a raya las precipitaciones. Este sistema de alta presión, que impedía el desarrollo de nubes de tormenta y favorecía el calor extremo, comenzará a perder fuerza a inicios de la semana, lo que permitirá el ingreso de humedad tropical y frentes fríos que activarán la atmósfera. Así, el ambiente comenzará a refrescarse, sobre todo en el Altiplano y el noreste del país, donde las temperaturas descenderán entre 5 y 10 grados en promedio.

Desde el lunes, algunas lluvias aisladas se harán presentes en entidades como Nuevo León, San Luis Potosí, Hidalgo, Ciudad de México, Puebla, Querétaro y Estado de México, pero será a partir del miércoles cuando las precipitaciones se intensifiquen, con acumulados diarios que podrían superar los 50 mm e incluso alcanzar los 100 mm en regiones montañosas del centro y oriente.

La combinación de un frente frío que se moverá lentamente, una vaguada polar y una perturbación tropical frente a las costas del Pacífico será la responsable de este nuevo escenario. La humedad proveniente tanto del Caribe como del océano Pacífico interactuará con el relieve montañoso y el calor acumulado, dando lugar a tormentas fuertes, granizadas, vientos intensos y posibles inundaciones urbanas. Las entidades más afectadas por estos fenómenos podrían ser Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Veracruz y Ciudad de México, donde las lluvias se extenderán hacia el fin de semana.

Aunque el calor no desaparecerá por completo, sobre todo en las zonas costeras, el bochorno será más soportable gracias a la cobertura nubosa y las precipitaciones. En áreas del Altiplano, como el Bajío o el centro del país, se esperan máximas que bajarán a rangos de 25 a 34 °C y podrían descender aún más el fin de semana. En contraste, el noroeste del país —donde la inestabilidad tardará más en llegar— podría experimentar temperaturas de hasta 43 °C antes de que el frente frío logre impactar esa zona.

Este cambio atmosférico no solo trae alivio, sino que también marca oficialmente el inicio de la temporada de lluvias en México, que estadísticamente comienza a mediados de mayo. El país se prepara para semanas de humedad elevada, precipitaciones frecuentes y un descenso generalizado de las temperaturas, lo que favorecerá tanto al medio ambiente como al bienestar de millones de personas.

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