Por Juan Pablo Ojeda
Más de un centenar de rectores, decanos y líderes académicos de universidades de élite en Estados Unidos, incluidas Harvard, Yale, Princeton y la Universidad de Pensilvania, han firmado un contundente documento donde denuncian interferencias políticas por parte del expresidente Donald Trump y su administración, acusándolos de poner en riesgo la autonomía universitaria y las libertades que sustentan la educación superior estadounidense.
La declaración, publicada por la Asociación Americana de Colegios y Universidades, responde directamente a la decisión del gobierno federal de congelar fondos públicos a Harvard tras acusaciones de conductas antisemitas por parte del expresidente Trump. La universidad de Cambridge ha iniciado una demanda contra la administración en un intento por recuperar dichos recursos.
“Nos pronunciamos al unísono contra la extralimitación gubernamental y la interferencia política sin precedentes que ponen en peligro la educación superior”, subraya el manifiesto.
Los firmantes señalan que, aunque están dispuestos a someterse a supervisión gubernamental legítima y participar en reformas constructivas, rechazan categóricamente cualquier intromisión indebida en las decisiones internas de los centros educativos, que van desde la admisión de estudiantes hasta los contenidos que se enseñan.
“Las instituciones de educación superior deben seguir siendo centros de investigación abierta donde la comunidad universitaria pueda expresar sus ideas sin temor a represalias, censura ni deportación”, agrega el documento.
Además de Harvard, otras universidades que respaldan esta posición son American University, Vassar College, Rhodes College, Universidad de Boston, Universidad de San Diego, Rutgers University, Bryn Mawr College y la Universidad de Westminster, entre otras.
El conflicto se inscribe en un contexto cada vez más tenso entre las universidades y el ala conservadora del país, que acusa a los campus de promover ideologías de izquierda y de permitir discursos que supuestamente atentan contra ciertos grupos religiosos y políticos. La reacción de las universidades busca proteger la libertad académica, la diversidad ideológica y la integridad institucional frente a un clima de creciente presión política.